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Pequeño Magoi (0 a 3 años)

“Cuando un niño puede relacionar lo que aprende con sus

propias experiencias, su interés vital se despierta,

su memoria se activa, y lo aprendido se vuelve suyo.”

(Waldorf)

Queríamos que Magoi tuviera el sitio perfecto para niños y niñas de 0 a 3 años: una casita única, con mucha luz, en el centro de Lugo pero en una calle tranquila, que nos diera el aire y que nos llegase el sol, con árboles que nos diesen frutos y un campito que nos diese flores y fresas, un lugar donde plantar nuestro huerto escolar y una “montaña”. Una casita con unas aulas que fueran grandes y bonitas pero funcionales y versátiles, con paredes para pintar y dar rienda suelta a la creatividad, con techos altos y sin recovecos, con mucho espacio para el juego y para actividades de movimiento. Con una habitación para los bebés acogedora, luminosa y versátil, unas veces relajante y otras estimulante, en la que se sintieran como en casa y en la que poder sacar el máximo jugo a nuestro programa de estimulación temprana. Una casita con amplios ventanales por donde entrase la luz a raudales a través de las cuales los niños y niñas pudiesen ver el devenir de las estaciones y sus efectos en nuestro campito … buscamos, buscamos y no lo encontramos, pero no nos conformamos… ¡y decidimos construirlo!.

Nos gusta el método Montessori porque creemos en la educación desde el nacimiento, en el placer por descubrir, en la observación y exploración, en el respeto, en la libertad con responsabilidades y en que los detalles son importantes: el tono de voz, el espacio, el mobiliario, los materiales, los métodos, los gestos, etc… Todo influye directamente en el niño.

Soñamos con un espacio de educación integral, que tiene presentes la totalidad de las funciones humanas, creemos firmemente en el niño dándole cada día mayor autonomía y nos relacionamos en un clima de confianza en el que fluye la expresión de emociones y sentimientos.

Uno de nuestros objetivos es crear un espacio amable, activo, vivo, habitable, acogedor y comunicable. En este sentido, Malaguzzi, concibe el espacio como un lugar de convivencias e intercambio, en el que se piensa, discute y se trabaja tratando de reconciliar lo que se sabe con lo que no se sabe, las dificultades, errores, expectativas, éxitos, dudas y problemas de elección. A través de una metodología activa y participativa este escenario de participación ofrece a los niños interés y curiosidad por lo que les rodea.

En Magoi, las educadoras facilitan el entorno adecuado a las necesidades evolutivas respetando el ritmo de cada niño, mientras los niños interactúan, crean vínculos, crecen tranquilos descubriendo el mundo a través de sus ojos.Un espacio alegre, amoroso y respetuoso, en el que reina un ambiente que genera juego y diversión. Un lugar en el que moverse libre reconociendo los límites propios y los de los demás. Donde valorar el silencio unas veces y disfrutar la música, bailar y cantar otras. Un sitio donde soñar con los cuentos, disfrutar con las historias y comenzar a reconocer su valor.

“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo” .

Benjamin Franklin

Nuestras actividades van encaminadas al desarrollo de las inteligencias múltiples y la inteligencia emocional.Queremos contribuir al desarrollo afectivo, social, físico, cognitivo y sensorial de las niñas y niños desde una visión constructivista. Nuestro objetivo esdotarles de herramientas con las que crear sus propios procedimientos para un proceso de enseñanza-aprendizaje dinámico, participativo e interactivo.

Coincidimos con Pikler, en que el niño es un ser activo, competente y capaz de tomar iniciativas. Crece armoniosamente si tiene confianza en si mismo, gracias a la relación y equilibrio entre su actividad autónoma y su relación con los adultos.